El top 4 de tendencias en educación y cómo sumarse a ellas
La educación es un campo en constante evolución. Para prosperar en este entorno cambiante, tanto instituciones educativas como empresas necesitan mantenerse al día de las últimas tendencias que están cambiando la forma en que enfocamos la educación. Aunque la mayoría de estas tendencias llevan tiempo desarrollándose, 2023 parece el año en el que sus desafíos han alcanzado un punto crítico, haciéndose más evidente conforme avanza el año.
Particularmente, las instituciones educativas enfrentan el reto de satisfacer las necesidades de los estudiantes y el mercado laboral. Esto requiere estar dispuesto a adoptar nuevos enfoques. Afortunadamente, los Sistemas de Gestión del Aprendizaje (LMS) emergen como herramientas clave para ayudar a las instituciones a adaptarse a las últimas tendencias de forma más efectiva y eficiente.
En este artículo, examinaremos las cuatro principales tendencias en la educación y discutiremos cómo pueden las instituciones afrontar estos retos.
1) Cambios significativos en las matrículas
Debido al creciente costo de la educación y las cambiantes demandas del mercado laboral, los estudiantes están priorizando las habilidades prácticas útiles en sus campos de interés. Entre los graduados de bachillerato, únicamente el 43% cursa un programa tradicional de cuatro años, mientras que el 37% evalúa optar por certificaciones profesionales, o combinar programas de dos años con una certificación profesional (Datos NCES, 2020). Este nuevo enfoque de los estudiantes se alinea con la tendencia de muchos adultos que buscan cursos más cortos y especializados, centrados en la preparación o el avance profesional.
Un reciente estudio del Centro de Estudios Nacional (National Student Clearinghouse), revela que la matrícula de estudiantes universitarios que desean obtener un título en EE.UU. ha experimentado un lento descenso desde 2019. A pesar de los recientes desafíos globales, es notable que los programas alternativos de pregrado como certificados, diplomados, preparación de profesores y programas especiales no acreditados hayan mostrado un aumento lento pero constante, creciendo un 4,8% de 2022 a de 2023.
Frente a este escenario, las instituciones están explorando enfoques innovadores para aumentar las matrículas, atraer a los estudiantes y generar un incremento en los ingresos. Una de estas estrategias incluye la educación no universitaria y la oferta de programas de certificación con base en habilidades, que emergen como alternativas a los títulos tradicionales que a menudo resultan ser costosos y los pueden dejar altamente endeudados.
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2) Una competencia reñida entre instituciones
El cambio en las demandas de los estudiantes ha creado oportunidades para que entren en el mercado nuevos competidores. Las certificaciones enfocadas en la industria (AWS, Google, Cisco, etc.), junto con los programas enfocados en habilidades ofrecidos por plataformas de aprendizaje como Coursera, Udemy—y diversas academias de programación—ofrecen credenciales cada vez más relevantes a los alumnos. Con el crecimiento acelerado de las demandas de los estudiantes y del mercado laboral, no es de extrañar que las universidades se vean presionadas a reevaluar sus planes de estudios y adaptar sus enfoques para no quedarse atrás.
Un reciente estudio con casi 500 líderes universitarios mostró que el 62% de ellos manifestaba una profunda preocupación por la intensa rivalidad entre las instituciones educativas. Aunque la competencia ya era una tendencia al alza previo al 2019, la pandemia lo intensificó, especialmente con la adopción del aprendizaje en línea por la mayoría de estudiantes.
La creciente popularidad de los programas educativos cortos es otro reto emergente para las universidades. Muchos estudiantes, tanto jóvenes como mayores, buscan activamente opciones de aprendizaje rápidas y flexibles en las que puedan aprender habilidades prácticas para entrar en el mercado laboral. El programa en línea de la Universidad Estatal de Arizona es un gran ejemplo de ello, pues han experimentado un aumento significativo de matrículas en más de 60.000 alumnos gracias a su enfoque ajustado a las demandas académicas contemporáneas.
Las instituciones tienen que apresurarse en revisar lo que están haciendo para crecer sus programas en línea. Si las universidades quieren prosperar en este panorama dinámico y versátil, deben estar dispuestas a adaptarse a las necesidades de los estudiantes, ya sea a través del aprendizaje tradicional en el campus o de plataformas eLearning. Hay tres factores clave que las instituciones deben tener en cuenta para no quedar relegados: las tendencias de contratación de la industria, las preferencias de los estudiantes y los métodos para impartir sus contenidos educativos. Las instituciones que tarden en reaccionar enfrentarán potenciales dificultades en el futuro.
3) Colaboración entre empresas locales e instituciones
Las asociaciones entre instituciones educativas y empresas locales son cada vez más frecuentes, fomentando una serie de ventajas para ambas partes. Las empresas pueden moldear las habilidades y conocimientos de futuros trabajadores a sus necesidades, mientras que las universidades pueden garantizar programas alineados con las dinámicas del mercado laboral, potenciando las oportunidades de empleo para sus egresados.
Según un estudio realizado por la Asociación de Colegios y Universidades de Estados Unidos, los empresarios consideran que una educación universitaria debe proporcionar un aprendizaje tanto amplio como profundo y preparar a los futuros empleados para pensar por sí mismos, adaptarse a los problemas y contar con los conocimientos técnicos necesarios para sus nuevas funciones. La sinergia entre las empresas locales y las universidades puede ser el puente para cerrar estas brechas, proporcionando a los estudiantes las herramientas y vivencias que necesitan para prosperar.
Un reflejo de estas alianzas son la cooperación entre las Universidades Públicas de Carolina del Norte y los principales empleadores de su región. Al asociarse con la industria local, han podido establecer cursos y programas que se adaptan mejor a las necesidades de estas empresas. Esto garantiza que los estudiantes cuenten con las habilidades y conocimientos que buscan los empleadores, impulsando sus perspectivas profesionales y construyendo una economía local más fuerte.
4) Inteligencia artificial para el aprendizaje
Es fácil distraerse ante la avalancha de nuevas aplicaciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) que surgen constantemente. Sin embargo, dentro de todo el ruido existen innovaciones con un potencial genuino para los proveedores que sean capaces de integrar esta nueva tecnología para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Aunque la mayoría de las instituciones están evaluando sus políticas en torno a la inteligencia artificial—ya sea cómo utilizarla eficazmente para mejorar la enseñanza y el aprendizaje, o cómo adaptarse a su impacto en la integridad académica—hay pioneros que están explorando la posibilidad de dar unos primeros pasos significativos. Existen múltiples soluciones de IA diseñadas para ayudar a los educadores a personalizar el aprendizaje, identificar las áreas en las que los estudiantes requieren más atención o proporcionar información en tiempo real para mejorar el conocimiento de los temas.
Para los proveedores de soluciones educativas, es fundamental comprometerse y mantenerse al tanto de las innovaciones en este ámbito. Aunque la IA no le quitará el trabajo a nadie, los proveedores que dominen estas herramientas disfrutarán de una mayor eficiencia, mejores resultados en los estudiantes, y quizá tengan la posibilidad de pasar más tiempo con sus familias.
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Empleando un LMS para adaptarse a las últimas tendencias
Para mantener su relevancia, el sector educativo debe adaptarse de forma constante a las nuevas tendencias. Las instituciones pueden responder más rápido a estos cambios implementando un Sistema de Gestión del Aprendizaje (LMS) que les permita a los estudiantes un acceso flexible a la educación y a las instituciones el alinear sus programas académicos con las actuales demandas laborales.
Un LMS otorga diversos canales para la impartición de conocimientos, tanto en línea como en el campus, promoviendo la flexibilidad institucional. La adopción de un LMS soluciona muchos de los retos asociados al aprendizaje en línea, como la entrega de contenidos y la participación de los estudiantes, garantizando que las instituciones sigan siendo competitivas y relevantes.
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