Reduciendo la brecha digital educativa gracias a su LMS

El acceso equitativo a la educación se ve desafiado por una creciente brecha digital, e intentar cubrirla, podría parecer demasiado para una sola institución—de hecho, lo es. Sin embargo, las decisiones tecnológicas inteligentes, incluyendo qué sistema de gestión de aprendizaje (LMS) elige, pueden contribuir a un mejor servicio para cada uno de sus estudiantes. En este artículo, repasamos qué opciones de LMS posee y qué realidades se esconden tras esa brecha.

Que el acceso a la educación debe ser equitativo y universal no está sujeto a discusión. Los esfuerzos por hacer realidad el acceso universal han sido, en término generales, uno de los principales objetivos de las naciones durante gran parte de los siglos XX y XXI. Lo mismo ocurre con el mundo en general a través de organismos como la UNESCO y organizaciones de ayuda como UNICEF. Sin embargo, los criterios para un acceso verdaderamente equitativo han ido evolucionando conforme lo ha hecho la educación misma.

Como reflejo de la tendencia mundial en el uso de recursos digitales, la educación virtual se ha convertido en la norma para muchos. En ocasiones este cambio ha sido gradual, pero en 2020, el cambio fue repentino e inevitable, ilustrando la gran ventaja en flexibilidad que disponen las instituciones más ricas y con mejores recursos.

El aumento de la educación virtual ha dado lugar a una brecha digital inevitable, y los gobiernos y organismos han centrado sus esfuerzos en desarrollar estrategias para abordarla.

Definiendo la brecha: Disponibilidad, asequibilidad y adopción

La Oficina de Tecnología Educativa del Departamento de Educación de EE.UU. ofrece un modelo valioso para describir la brecha digital. El informe destaca que el acceso digital a la educación no consiste sólo en proporcionar "cualquier tipo de acceso". Reconoce que el acceso equitativo requiere velocidades de conexión semejantes (es decir, conexiones de banda ancha) y acceso a diversas gamas de dispositivos, destacando que "Los alumnos sin acceso a banda ancha o que solo disponen de un teléfono móvil tienen tasas más bajas de realización de tareas, promedios de notas más bajos [...] e incluso tasas más bajas de finalización universitaria".

A continuación, el informe describe tres barreras principales: la disponibilidad, la asequibilidad y la adopción.

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Disponibilidad

Los desafíos relacionados con la disponibilidad incluyen los siguientes puntos:

• Falta de conexiones de banda ancha fiables y de alta velocidad: La velocidad y fiabilidad de la conexión son esenciales para experiencias de aprendizaje digital más intensas o prolongadas. Las conexiones pueden también volverse lentas o poco fiables cuando se comparten entre múltiples usuarios.
• Posesión limitada de dispositivos para ejecutar programas de aprendizaje: Es posible que los individuos tengan que depender únicamente de los equipos prestados por una institución. También es posible que compartan la propiedad de los dispositivos con otros miembros de la familia. En ambos casos, es posible que dispongan de menos tiempo práctico con la tecnología que sus compañeros.
• Falta de acceso continuo a internet y dispositivos debido a una alta movilidad: Personas migrantes, en contacto con sistemas de justicia o acogida, que experimentan inestabilidad de vivienda o carecen de ella, son más proclives a quedarse sin internet o acceso a dispositivos..
• Limitaciones relacionadas con la infraestructura del edificio: Las familias que alquilan pueden necesitar permisos para instalar conexiones por cable. La gestión de los edificios también puede estar limitada por ciertas normas y contratos o incluso el edificio puede tener limitaciones estructurales que impidan la instalación y el funcionamiento de ciertas conexiones.
• Ausencia de infraestructuras a gran escala debido al rechazo digital: El limitado potencial para escalar y generar ganancias en ciertas localidades y regiones suele llevar a los proveedores a descuidarlas. Esto puede dar  lugar a una conectividad obsoleta o inexistente, y puesto que aquella falta de inversión coincide a menudo con comunidades ya marginadas, termina perpetuando más las desigualdades.

Asequibilidad

Desafortunadamente, la disponibilidad del acceso no garantiza la capacidad para pagarlo. Si el acceso disponible es inasequible para un individuo, puede considerarse prácticamente inexistente. La asequibilidad abarca el alto costo tanto de la banda ancha como de las herramientas educativas tecnológicas y la falta de financiación sostenida para programas de internet costeables.

Los gobiernos y otros organismos tienen que intervenir para garantizar la asequibilidad. Sin embargo, incluso cuando están subvencionados, las conexiones y los dispositivos pueden quedar fuera del alcance de algunas familias y cuidadores que luchan por cubrir sus necesidades básicas (como alimento, gas, vivienda y electricidad). Además, las soluciones costosas no siempre son de alta calidad, sobre todo en entornos con poca competencia en el mercado.

Adopción

Incluso cuando la educación digital está disponible y es asequible para todos, persisten una serie de factores que pueden ralentizar su adopción. Estos incluyen:

• Falta de comunicación entre organismos, empresas privadas y comunidades: A menudo las soluciones se desarrollan en silos y, aunque bien intencionadas, pueden pasar por alto requisitos importantes (como el enfocarse en los humanos por encima de los aspectos técnicos). Los usuarios más afectados por la brecha también suelen quedar excluidos de la toma de decisiones.
• Desconfianza entre las partes: las comunidades pueden desconfiar de que los gobiernos o las empresas privadas velen por sus intereses, generando renuencia a compartir datos por preocupaciones sobre la privacidad y el seguimiento.
• Capacidad institucional u organizativa limitada: Se necesita tiempo, dinero y apoyo para cubrir las responsabilidades adicionales que implica reducir la brecha digital. Estos recursos no siempre están disponibles.
• Falta de recursos y apoyo en las lenguas maternas de los alumnos: La falta de traducción puede suponer un obstáculo para que las familias y cuidadores comprendan los servicios y sus costos. Una vez que se accede a los servicios, es posible que los alumnos no entiendan cómo utilizar aspectos de la tecnología que no hayan sido explicados en una lengua que hablen con fluidez.
• Acceso limitado a formación en competencias digitales: Es posible que los alumnos no se sientan totalmente en confianza con todos los entornos digitales por los que navegarán, requiriendo capacitaciones para sacar el máximo partido de los conocimientos ahí disponibles. La calidad de la enseñanza también puede verse mermada si los educadores no han recibido una formación adecuada en los sistemas que utilizan (así como una formación digital general). Además, las familias y los cuidadores pueden fomentar los resultados de los alumnos si también tienen acceso a formación en competencias digitales.
• Falta de acceso a asistencia técnica: La ausencia de servicios y materiales de apoyo presenciales, telefónicos o en línea, dificulta la navegación por herramientas y entornos de aprendizaje, así como la solución de problemas técnicos.

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¿Pueden sus elecciones tecnológicas reducir la brecha?

Considerando los significativos problemas que afectan a toda la sociedad y que definen la brecha digital, puede parecer que las instituciones, por sí mismas, están en gran medida a merced de la política gubernamental, la intervención de los organismos de ayuda y los intereses comerciales de terceros. Sin embargo, la realidad es que la verdadera equidad sigue dependiendo de garantizar un alto nivel de suministro de internet de alta velocidad, fiable y asequible, y su correspondiente soporte. Las instituciones pueden abogar por dicha prestación y proveerla, pero es poco común que sean las únicas responsables de ofrecerla activamente.

Aun así, las instituciones no están indefensas para contrarrestar los peores efectos de la desigualdad digital. Además de colaborar con proveedores de servicios de internet y gobiernos para aumentar la infraestructura equitativa y reducir los costos, las soluciones creativas a estos retos incluyen: proporcionar puntos de acceso a internet para llevar a casa o el uso de tecnologías de conexión móvil y por satélite (aunque estas no siempre proporcionan conexiones fiables y de alta velocidad).

4 características del LMS que le ayudarán a reducir la brecha digital

Además del software que utiliza para impartir su aprendizaje, incluido, por supuesto, su sistema de gestión del aprendizaje (LMS), aquí se presentan formas en que esta tecnología puede abordar los problemas de la brecha digital:

1) Elegir código abierto para costos accesibles y un mejor soporte

El software de código abierto, incluyendo específicamente los sistemas de gestión de aprendizaje de código abierto, ofrece una ventaja de precio evidente en comparación con una licencia comercial. Aunque el costo total de adquirirlo no es completamente "gratuito" (ya que el LMS tendrá que ser alojado y mantenido de alguna manera), es bastante probable que resulte la propuesta más asequible.

Por lo general, es más fácil construir sobre el software de código abierto y facilitar el soporte. Las plataformas basadas en Moodle™, como Open LMS, ya se basan en tecnologías de software estandarizadas (como PhP y MySQL), y la cultura de libre acceso al código fuente, que incorpora una solución de código abierto, garantiza una comunidad amplia e innovadora que crea extensiones y nuevas funciones.

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2) Proporcionar acceso en cualquier dispositivo que posean sus alumnos

Si bien el verdadero acceso equitativo implica ofrecer el aprendizaje en toda una gama de dispositivos, sigue siendo valioso garantizar que al menos sus cursos estén disponibles para los usuarios de smartphones. Después de todo, se estima que la penetración global de los smartphones en 2022 fue aproximadamente del 68% en todo el mundo. Por lo tanto, al ser más probable que los alumnos tengan un smartphone que una computadora en casa, dirigirse a ese público con su plataforma de aprendizaje hace bastante sentido.

Un LMS moderno no debería obligarlo a elegir entre un dispositivo u otro paral ofrecer su contenido de aprendizaje. Debería atender a toda una gama de dispositivos y, en la medida de lo posible, ofrecer una experiencia óptima en todos ellos. Por ejemplo, su LMS debería ofrecer una aplicación móvil (como la que ofrecemos en Open LMS) que haga de la navegación por los contenidos una buena experiencia.

3) Brindar capacidad para trabajar en entornos de internet poco fiables

Si su LMS se vuelve inutilizable cada vez que se cae la conexión, este no será útil para muchos de los alumnos que lidian con la brecha digital. Idealmente, su LMS debería ofrecer la posibilidad de descargar contenidos para acceder a ellos sin conexión. Nuevamente, esto es posible con la app móvil de Open LMS. La aplicación también permite a los instructores calificar las tareas sin conexión y gestionar las notificaciones y mensajes del curso, ya sea que el destinatario esté conectado o no.

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4) Utilizar su LMS para la alfabetización digital y el soporte de sus soluciones

El aprendizaje que usted crea y pone a disposición en su LMS puede beneficiar a una comunidad de aprendices más amplia que la de sus estudiantes, ayudándole a cumplir sus objetivos de acceso equitativo. Por ejemplo, puede crear cursos que ayuden a varios grupos a comprender no sólo cómo utilizar el LMS y sus funciones, sino a aprender habilidades críticas de alfabetización digital más generales. También puede utilizarse para ofrecer asistencia técnica específica relacionada con software, sistemas, dispositivos o conexiones.

Aunque la mayoría de los LMS pueden impartir esta capacitación, administrar adecuadamente este tipo de contenidos puede requerir un conjunto de funciones más avanzadas. En ese escenario, su proyecto se beneficiaría de:

• Multi-tenancy: Al ofrecer formación más allá de su grupo estudiantil, usted necesitará alguna forma de mantener separados los datos y el material de aprendizaje de los distintos grupos con los que interactúa. Un LMS multi-tenant le permitirá gestionar por separado las cuentas y los planes de estudios de alumnos, profesores y padres/acudientes.
• Soporte multilingüe: Es fundamental tener disponibilidad de apoyo en las lenguas maternas de los alumnos, los profesores y las familias/acudientes (tal como se mencionó anteriormente en el debate sobre las barreras a la adopción). Cuanto más técnico sea el tema de ayuda, más difícil será para alguien conseguir un resultado favorable en un idioma con el que no se sienta cómodo. Un sólido soporte multilingüe en el LMS facilitará la implementación y gestión de versiones en distintos idiomas

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En conclusión: Los beneficios de la tecnología y los peligros de una brecha en evolución

Esperamos haber descrito en este artículo la naturaleza de la brecha digital y el tipo de tecnología que usted necesita a su lado para empezar a abordarla.

Es esencial comprender que este desafío no es estático: abordar las desigualdades actuales no impedirá que surjan otras nuevas (las instituciones deberán volver a evaluar la brecha en los próximos años). Por ejemplo, ya se ha sugerido que una futura brecha puede estar relacionada con la inteligencia artificial (IA), "en donde los más ricos tienen acceso a tecnologías, cada vez más potenciadas por la IA, y profesores que les enseñan a aprovecharlas para su aprendizaje, mientras que los niños con menos recursos solo tienen el acceso a ellas".

De este modo, la IA plantea múltiples amenazas incluso cuando ofrece soluciones. Las instituciones con más recursos tienen más probabilidades de acceder a la IA y personas que puedan ayudarles a sacarle el máximo partido. Es posible que las instituciones con menos fondos tengan que recurrir a la IA para llenar los espacios vacíos en la instrucción. Incluso ahora, aunque el rol a largo plazo de la IA es incierto, es más probable que las instituciones con más recursos se permitan el lujo de experimentar e innovar con esta tecnología. Otras instituciones tendrán que esperar a que se cree un consenso y se comparta.

Independientemente del futuro, creemos que la tecnología adecuada puede ayudar a las instituciones a mantenerse ágiles para encontrar las soluciones que necesitan. Reducir la brecha digital requerirá esfuerzos coordinados de forma internacional; sin embargo, es posible que esto sea más fácil cuando la propia tecnología es construida por una comunidad global de contribuyentes que tiene un amplio conocimiento de las diversas necesidades locales.