6 técnicas comprobadas para garantizar el engagement del alumno en la educación virtual

Los mejores educadores saben que un mayor engagement de los alumnos conduce a un mejor rendimiento y logros estudiantiles. Como alumnos del pasado, ustedes comprenden la veracidad de esta afirmación, y ahora, como educadores, viven día tras día el esfuerzo que supone conseguirla.

Tras la pandemia, la transición a la educación virtual trae un nuevo reto consigo: mantener los niveles de retención sin el beneficio de la interacción cara a cara. La buena noticia es que, lejos de ser difícil, un entorno totalmente digital brinda una enorme fuente de oportunidades para mejorar el engagement. En este artículo, profundizamos en seis técnicas para impulsarlo.

Retención no es lo mismo que atención

Ante todo, es esencial aclarar que la retención va más allá de simplemente prestar atención. En cuanto a la atención, un alumno que escucha y asiente con la cabeza se considera atento. Sin embargo, puede que no esté interesado en lo que se está compartiendo.

¿Qué es la retención? Una forma práctica de definirla es una combinación de cinco factores:

• Atención
• Interés
• Curiosidad
• Optimismo
• Pasión

Así, conseguimos una retención adecuada cuando los alumnos están atentos, interesados en el tema, curiosos por aprender más, optimistas sobre su rendimiento futuro y exhiben pasión por aprender. Esta pasión por aprender se entiende como la disposición natural del alumno hacia la adquisición de conocimientos, independiente de la materia. Cuanto mayor sea este valor, más fácil será la tarea de retención.

Ahora que conoce los factores de la retención, exploremos seis tácticas que le ayudarán a potenciarla.

1) Multimedia pertinente

Vivimos en una sociedad muy visual, por lo que intentar enseñar únicamente con material de texto, salvo que el alumno elija voluntariamente un libro, conducirá al aburrimiento.

Hay una razón por la que nuestros recuerdos más importantes suelen involucrar diferentes sensaciones (como olores y sonidos). A más sentidos intervengan, mayor será la probabilidad de retener recuerdos a largo plazo.

Pero incluso sin considerar estos factores, hay cosas que no pueden explicarse simplemente con palabras. ¿Te imaginas describir el siguiente proceso empleando solo texto?

Fuente:Wikimedia Commons

Afortunadamente, los videos y las imágenes son ya un elemento habitual en todo tipo de contenido educativo. Sin embargo, hay que reconocer que su uso es a menudo rígido. Para empezar, algunos utilizan las imágenes como meros rellenos entre párrafos. Aunque sirven como pausas visuales, no contribuyen significativamente al proceso de aprendizaje.

Por otro lado, encontramos contenidos de video profesionalmente producidos que imitan las formas y convenciones propias de la televisión. Como sabemos, esto no es representativo ni de las aulas ni de la vida misma.

En cualquier caso, un exceso de perfección puede distanciar a los alumnos. Las lecciones y profesores memorables dejan puerta abierta a los eventos espontáneos, las transiciones perfectas entre tomas no.

Además, algunos contenidos multimedia no fomentan ninguna interacción, lo que refuerza una actitud pasiva en los estudiantes. Un video de 40 minutos puede marcarse como "visto" en la plataforma, pero esto no garantiza que el alumno haya comprendido su contenido.

He aquí una idea: ¿Por qué no programar una pausa en el video, cada 10 minutos, para formular una pregunta que el alumno deba responder antes de continuar?

Esta táctica se conoce como "pausas significativas", la cual consiste en mecanismos para crear un alto en el aprendizaje del alumno y comprobar su nivel de retención. Lo mejor de esto es que, incluso si no hubiera estado atento antes, el simple hecho de hacer una pausa y responder a la pregunta despertará su curiosidad.

2) Colaboración para todos

La idea de que una persona hable siempre sin dar a los demás la oportunidad de contribuir contradice el concepto de interacción. En las conversaciones informales, llamamos a esto una falta de educación, pero ¿por qué es tan aceptable en un entorno de clase?

Para mejorar la retención, los profesores deben dar un paso atrás y ofrecer espacios donde los alumnos también puedan dirigir la conversación.

Aquí tiene algunos métodos que puede utilizar:

• Profesor por un día: Una dinámica en la que los alumnos asumen el rol de docentes y presentan temas, en ocasiones respaldados por su propia investigación. Durante esta actividad, se puede intervenir para felicitarlos o corregir posibles errores.
  
• Foros dinámicos: Las peticiones deben variar constantemente. Una semana, puede pedirles que graben un video que represente una situación tratada en clase; en otra semana, pueden formar grupos y crear pruebas para retarse unos a otros. Evita las peticiones que se puedan completar solo por cumplir, como comentar los deberes de otra persona.
  
• Espacios Wiki: Proporciona a los estudiantes la capacidad de crear sus propios temas de manera proactiva, plantear preguntas y conversar entre ellos de forma asíncrona.

Como instructor/facilitador, ten cuidado de no involucrarte demasiado. Lo ideal en estos espacios es que los alumnos dirijan la conversación y hagan sus propios descubrimientos.

3) Expectativas y feedback oportunos

Si hay algo que sabemos con seguridad, es que tanto las expectativas como el feedback deben comunicarse a tiempo y con claridad. Sin embargo, es importante diferenciar qué tan precisos podemos ser con cada uno.

Las expectativas deben ser claras, pero no excesivamente específicas. Demasiadas normas o requisitos pueden limitar la creatividad y los factores personales del estudio que lo hacen interesante e inmersivo.

Por otra parte, el feedback debe ser preciso. Un comentario como "Buen trabajo" puede levantar la moral, pero no aporta información valiosa al alumno. ¿Qué ha hecho bien el alumno? ¿Qué ha hecho mal? ¿Por qué? Cuanto más específico sea, más herramientas le estará brindando para la mejora constante de su aprendizaje.

Una práctica eficaz es el envío de feedback en video. A diferencia del texto, tanto la voz como las expresiones faciales pueden transmitir un mensaje positivo que podría haberse interpretado como crítica si se lee con el tono equivocado.

4) Presencia para impulsar

Si esto le parece abstracto, puede ejemplificarlo fácilmente al recordar a sus profesores favoritos de la universidad o el colegio.

Sí, otros profesores podían impartir el conocimiento con la misma claridad que ellos, pero había algo diferente en aquellos docentes que hacía que sus clases fueran tan memorables. Ese "algo" era probablemente su pasión y su visión sobre la materia.

La pasión es muy contagiosa, y la visión puede transformar un tema aburrido en algo atractivo. Una cosa es definir la realidad virtual, y otra muy distinta es definirla compartiendo su visión de cómo podría revolucionar el mundo entero.

Su presencia impulsa lo que ocurre en el curso y las emociones que experimentan sus alumnos.

5) Gamificación para motivar

La gamificación es una estrategia que podría volverse imprescindible en el eLearning, gracias a su increíble capacidad para impulsar la motivación de los alumnos.

La principal razón por la que los videojuegos son tan adictivos es su liberación de dopamina, la hormona del placer, que se obtiene mediante diversos sistemas de recompensa y retroalimentación inmediata. En los juegos, si tomas una decisión equivocada, pierdes el progreso alcanzado, pero si haces las cosas bien, obtienes siempre algo a cambio, como objetos del juego, monedas virtuales o la posibilidad de subir de nivel.

Por supuesto, la gamificación no consiste en convertir literalmente nuestras clases en juegos, sino en adoptar aquellos elementos que impulsan la motivación. Por ejemplo, el uso de "niveles" podría sustituir al sistema tradicional de calificaciones. En lugar de pasar de un “insuficiente” a un “sobresaliente”, se podría hacer progresar a los alumnos de "Bronce" a "Platino".

6) Buen diseño del curso

Por último, está el reto más importante al que se enfrentaron los educadores al transicionar al entorno virtual: el diseño de los cursos.

El diseño tanto de las piezas individuales de contenido como de la progresión general de estas piezas en el plan de estudios es de vital importancia. Si se limita a colocar conocimiento en el contenido sin pensar en el recorrido del alumno y no garantiza una navegación sencilla entre los recursos, los estudiantes pueden perderse fácilmente. Cuando esto ocurre, aparece la frustración, el archienemigo del compromiso.

Tiene varias opciones para conseguir un buen diseño de cursos y currículo. Puede contratar a un diseñador profesional, participar en comunidades en línea para aprender a implementar el diseño usted mismo o dejar que un proveedor asociado se encargue de esa tarea.

Además de trabajar con las personas adecuadas, tendrá que hacerlo con el software adecuado. Sus herramientas de creación de contenidos deben ofrecer una gama razonable de diseños que faciliten a los alumnos el trabajo en cada uno de los recursos. Del mismo modo, su LMS debe permitir una navegación sencilla entre los recursos y una agrupación eficaz de los mismos. Este LMS debe incluir también opciones de accesibilidad, ya que es claramente importante adaptarse a las necesidades de navegación de todo tipo de alumno..

Impulsando el engagement del estudiante en casa

Ahora que conoce las seis técnicas para mejorar el engagement de los alumnos, es momento de aplicarlas en sus cursos. Recuerde que el éxito de sus alumnos depende de su compromiso. Con dedicación y creatividad, usted tiene el poder de revolucionar sus trayectorias educativas.